miércoles, 14 de enero de 2015

Sin mucho que contar

Como dice el titulo de esta entrada, cada vez tengo menos que contar.

Hace un par de semanas tuve mi revisión mensual (analisis) y mi inyección de denosumab. Es un medicamento para reforzar los huesos y evitar eventos óseos. 
A diferencia del zometa que es intravenoso y tarda en pasar unos 20 minutos ( que en realidad estás 40 minutos porque te ponen suero antes y después del tratamiento), el denosumab es una inyección subcutánea que no duele nada de nada y que te la ponen en apenas medio minuto. 
Pero lo peor de estos dos tratamientos, es que te los ponen en la sala de la quimio. 

Me resulta muy incómodo estar allí, se me revuelve el estómago.....y aunque la verdad es que solo estoy unos pocos minutos, no me gusta nada volver a esa sala...
Ver esos sillones, escuchar los pitidos incesantes de las maquinas de la quimio, ver las bolsas de quimioterapia colgadas de los ganchos , mirar a las personas que están enchufadas a su chute, casi todas durmiendo (se me hace dificil pensar que un dia yo fui una de ellas).....el olor a químico, a esparadrapo....

"Anda pero si no te había reconocido"...me dice la enfermera con una inmensa sonrisa, "claro es que con la melenita y el pelito mas oscuro pareces otra, estás muy guapa! ¿que tal te va todo?"....
Y así como quien no quiere la cosa, iniciamos una conversación que aleja mi mente de aquella sala y los minutos que tengo que estar allí ,se hacen más amenos. Que majas son las enfermeras de oncologia de mi hospital ¡unos verdaderos soletes!

El 2015 ha empezado con fuerza, alegría y positivismo. He retomado totalmente mi vida, mis dias ahora ya no giran en torno a la enfermedad, mi mente se centra en otras cosas, he vuelto a establecer mi rutina...y es que me encuentro tan, tan bien, que si no fuera por la inyección mensual de denosumab, que me obliga a pisar la sala de la quimio.....ni me acordaría del cáncer :-)